CIUDAD: San Francisco de Quito
GENERALIDADES:
UBICACIÓN: Provincia de Pichincha, en la hoya de Guayllabamba
SUPERFICIE: 4.183 km²
ZONA DE PLANIFICACIÓN SEGÚN SENPLADES: Zona N° 9
ALTITUD: Varía entre 1533 metros hasta los 3777 sobre el nivel del mar. El área urbana tiene una altura promedio de 2850 metros.
HIDROLOGÍA:
Machángara
San Pedro
Guayllabamba
OROGRAFÍA:
Guagua Pichincha
Ruco Pichincha
TEMPERATURA: 10 a los 27 °C
CONOCIDA COMO:
Carita de Dios
Quito Luz de América
FUNDACIÓN: 6 Diciembre 1534, Sebastián de Benalcázar
INDEPENDENCIA: 24 de Mayo 1822
DECLARACIÓN: 8 de septiembre de 1978 por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
GASTRONOMÍA:
Seco de chivo
Yahuarlocro
Ccolaciones
Canelazos
Ponche
Empanadas de viento y de mejido
Llocros
Hornado
Menudo
Caldo de 31
Ron pope
TURISMO:
Plaza Grande: La Plaza Grande o Plaza de la Independencia, es uno de los mayores atractivos del casco colonial de Quito. En ella se descubren algunas de las joyas arquitectónicas que le valieron para que haya sido declarada por las Naciones Unidas, como Patrimonio Cultura de la Humanidad.
La historia inicia en la Plaza Grande o Plaza de la Independencia, conocido como centro de actividades y reuniones quiteñas desde el siglo 16 y donde hoy se levanta el monumento a los héroes de la independencia.
La ciudad fue trazada alrededor de esta y es en 1.612 que se instalan en su entorno los principales poderes del Estado, los mismos cuyas sedes se encuentran todavía en la Plaza.
Palacio de Carondelet:
Es la sede del Gobierno y residencia oficial del presidente de la República del Ecuador. Está ubicado en el centro histórico de la ciudad de Quito. Es el eje neurálgico del espacio público conocido como Plaza de la Independencia o Plaza Grande (nombre colonial), alrededor de la cual se levantan además el Palacio Arzobispal, el Palacio Municipal, el Hotel Plaza Grande y la Catedral Metropolitana. Fue conocido durante la colonia española.
Catedral Primada de Quito:
La Catedral de Quito o Iglesia Museo Catedral Primada de Quito es considerada una de las más antiguas de América Latina y es uno de los símbolos religiosos de mayor valor espiritual para la comunidad católica de la ciudad de Quito.
La Catedral de Quito inició su edificación entre 1562 y 1567, y culminó en 1806 por obra del Presidente de la Real Audiencia: el Barón Héctor de Carondelet. Inicialmente en el siglo XVI, 1535, se levantó el templo con adobe y madera labrada. Posteriormente, en 1545, fue nombrada Catedral. Luego en 1562 se la demolió para reconstruirla con cimientos de piedra.
Iglesia del Sagrario: Sobre ciclópea obra de arquería que cerró una quebrada, se edificó el Sagrario, contiguo a la catedral. En 1706 se terminó la fachada; en 1715, la edificación y entre 1731 y 1747, los retablos.
No se sabe a ciencia cierta quién hizo los planos, pero en el terminado y ornamentación jugaron papel preponderante Legarda, el dorador Cristóbal Gualoto y el pintor Francisco Albán. El frontispicio se hizo bajo el cuidado de Gabriel de Escorza Escalante, con el ordenamiento neoclásico que había presidido, pocos años atrás, la obra de San Agustín.
Iglesia de la Compañía de Jesús:
En 1605 comenzaron los jesuitas de Quito los trabajos de su iglesia. Hacia 1613 llegó a la ciudad el hermano coadjutor Marcos Guerra, quien fuera arquitecto brillante en el Reino de Nápoles, antes de entrar en la Orden. El corrigió lo que se había hecho y dio a la obra el trazo definitivo.
En el retablo del altar mayor, obra de Legarda, se ha retomado como principal motivo de composición las columnas salomónicas de la fachada y las cornisas que se estiran al centro en arco y se ha hecho culminar el conjunto, abigarrado y deslumbrante, por corona sostenida por ángeles. Los nichos, cuatro, alojan cuatro tallas policromadas, correspondientes a los cuatro fundadores de las grandes órdenes, San Francisco y San Ignacio de Loyola con el inconfundible estilo de Legarda.
Museo Numismático:
A partir de 1938, el Banco Central del Ecuador empezó a salvaguardar los bienes culturales que llegaban a sus bóvedas, sea en metalurgia precolombina o en monedas coloniales, evitando su conversión en lingotes de oro para la reserva monetaria.
Iglesia de San Francisco: San Francisco, el más imponente monumento arquitectónico quiteño. Ofrece a la admiración del visitante templo, capillas y convento. El conjunto, que abarca casi dos manzanas completas y se yergue sobre amplísima explanada de piedra, tiene tanta grandeza que Ernesto La Orden lo llamó "Escorial sobre los Andes".
La construcción de templo y convento la comenzó fray Jodoco Ricke, a poco tiempo de fundada la ciudad, en 1536, y fue obra de arquitectos y talladores como fray Francisco Benítez, quien asumió la obra en el último cuarto del siglo XVI y la remató en 1605. (Y talló la sillería e imágenes del coro). Fachada de templo y convento se alzan sobre amplio atrio que corre de extremo a extremo de la plaza, alto de zócalo, todo de piedra, solo roto al medio para dar acceso desde la plaza por hermosa escalinata pétrea de doble abanico.
El panecillo
Desde aquí también es posible apreciar el Panecillo esta elevación natural fue bautizada así por su parecido con un pan pequeño, se erige en medio de la ciudad como un mirador natural desde el cual se aprecia la belleza andina de la zona y la disposición urbana de la ciudad.
El montículo recibió su calificativo de los conquistadores españoles, pero se cree que su nombre auténtico es "Shungoloma" que en quichua significa "loma del corazón". En la época preincaica se erigió sobre él un templo dedicado al culto del dios Sol, llamado Yavirac, el cual fue destruido por el indio Rumiñahui mientras resistía con sus tropas al avance español.
La Ronda:
La cual fue restaurada completamente durante el año 2006. La calle Morales era el corazón bohemio del Centro Histórico a mediados del siglo XX, donde abundaban casas de artistas, artesanos, pintores, poetas y músicos. Lamentablemente sufrió un deterioro constante hasta que el proyecto para resucitarlo volvió a darle vida. Hoy, La Ronda ha recuperado su encanto con galerías, cafés y tiendas que ocupan las casas viejas. Esto incluye una familia que hace las hermosas velas de colores en forma de flores y que son utilizadas durante procesiones religiosas, otra que sirve las 'empanadas de viento' más finas de Quito y un gran café cultural, la Casa 707.
Iglesia de Santo Domingo: Aunque llegaron a Quito en 1541, sólo en 1580 comenzaron los dominicanos a construir su templo, con planos y dirección de Francisco Becerra, el arquitecto extremeño. La obra total se llevó a término en la primera mitad del siglo XVII. Junto a la iglesia, del lado del evangelio, se puso capilla aparte para Nuestra Señora del Rosario, en la que más tarde se fundó la más importante cofradía de la ciudad. Iglesia y capilla se adornaron con artesonados bien labrados, ricos retablos, imágenes de bulto y lienzos.
Iglesia de San Agustin:
En 1606 se firmó contrato con el arquitecto español Juan del Corral, casado con quiteña, para la edificación. Terminada la obra arquitectónica, se mandó traer de Roma retablo para el altar mayor y se hizo la talla de los altares laterales. Todo aquello estuvo terminado para 1650. La fachada se trabajó según consta la inscripción puesta sobre la puerta de entrada entre 1659 y 1669. Por aquellos mismos años se hacía la obra de los claustros y Miguel de Santiago pintaba para ellos los bellísimos lienzos de la vida de San Agustín -de 3 metros por más de 2.
Itchimbia: Ocupa la cima y las laderas de la loma del Itchimbia a 2.910 msnm., situada en el límite oriental del Centro Histórico. Está rodeado por barrios tradicionales como El Dorado, La Tola y San Blas, por lo que ofrece una vista panorámica de la ciudad y su entorno, convirtiéndose en un impresionante mirador natural, desde el cual se puede divisar el Centro Histórico, volcanes y nevados que rodean a la ciudad como el Pichincha, el Cayambe y el Antisana.
La Mitad del Mundo:
Monumento a la Linea Ecuatorial en Quito. En el año de 1736, llega al país la primera Misión Geodésica que tuvo como objetivo medir un arco de meridiano para comprobar la forma de la tierra. A los científicos franceses Bouguer, Godín y La Condamine se unieron los españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa, insignes marinos; ya en tierras ecuatorianas se unió por sus conocimientos de geografía y geodesia el científico ecuatoriano, Pedro Vicente Maldonado, quien colaboró estrechamente para asegurar el éxito de la Misión. A más de los aportes a la Ciencia de la Primera Misión Geodésica que fue calificada en esos tiempos como la empresa más grande jamás intentada; hay otras que repercutieron directamente en el país, como el haber dado a conocer al mundo con el nombre de Ecuador a nuestro territorio, así también estudios que divulgaron aspectos sociales, culturales y antropológicos. Aquí, los sabios franceses, dieron origen al sistema métrico universal.
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